Al paso del tiempo, el hombre como especie ha sido capaz de aprender de sí mismo, de los demás y de su entorno, siempre impulsado por la ley natural de preservar la vida y preservar la especie.

Es referente a esa esencia que, a través del proceso de observación, internalización, experimentación, ha podido concluir si lo aprendido es valioso o no lo es y con base en ello construir nuevos paradigmas, mismos que se insertan en lo que conocemos como cultura.

El aprendizaje que se ha adquirido de forma adicional o de forma alternativa al aprendizaje formal es lo que llamamos educación continua. En algunos casos este aprendizaje está estructurado con arreglos de entrenamiento, llevándose a cabo en el lugar de trabajo. Por eso podemos decir que la educación continua está en un proceso ascendente de reconocimiento, validación y acreditación.